¿Conoces

la diferencia entre autoempleado y emprendedor?

Ni siquiera hablemos de ser empresario o empresaria.

(Si sabes la diferencia, conoces cómo trabajo y quieres ahorrarte la lectura puedes pasar directo al formulario que está al final.)

Cada vez que recuerdo mis comienzos con la empresa de jardinería tengo sentimientos contrariados.

Es decir, buenos recuerdos con otros que son solo experiencias que supuestamente no tendría que haber tenido.

Me explico mejor.

Hubo un tiempo en que asesoraba a 2 empresas de jardinería desde el punto de vista operativo y lo veía todo muy claro.

Qué se debía hacer y qué no.

Todo bien con ello, hasta que me dieron ganas de llevar mi propio proyecto.

Mi propia empresa.

Arranqué perfectamente, lleno de energía e ideas.

Y como toda escoba nueva que barre bien, así fueron los comienzos.

Con el pasar del tiempo empecé a dedicar tiempo y esfuerzo en lo que consideraba erróneamente importante.

Horas de trabajo físico, más que intelectual.

Todos tenemos nuestros puntos flacos, nuestro talón de Aquiles.

El mío era la dificultad al delegar algunas actividades, así que cuando quise acordar, trabajaba más que aquellas personas que lo hacían para mí.

El empleado más responsable, el que llegaba a horario y nunca faltaba, el que estaba en todos los detalles. Ése era yo.

Me había transformado en mi propio empleado, lo que se llama autoempleado.

Todo lo que veía desde afuera unos años antes como asesor, mágicamente me lo había olvidado.

En realidad, lo «urgente» estaba dejando afuera a lo «importante».

Un día como cualquier otro, pero ya con el cuerpo cansado y con problemas de salud porque “vivía para trabajar” en lugar de «trabajar para vivir», mi cabeza hizo el famoso “clic” y me di cuenta de dónde estaba parado.

No fue fácil recorrer el camino de regreso para pararme en el lugar que me correspondía de director de empresa.

Pero lo logré.

Tenía un socio cuya visión del trabajo era la que yo había adoptado traicionando mis percepciones de liderazgo.

No digo que era malo, simplemente que «vivir para trabajar» no es lo que te recomiendo.

Y como tipos de liderazgo hay muchos, con los años terminamos trabajando de dos formas distintas.

Si tú ya tienes tu proyecto en marcha es posible que algo de lo que te acabo de contar te resulte familiar y por eso estás aquí.

Y si estás en tus comienzos, te felicito por haber tomado la sabia decisión de buscar un mentor para que te ayude a avanzar a paso firme.

No importa si no me eliges para ese rol. aunque prefiero que así sea. Lo importante es encontrar a alguien con experiencia que te asesore.

Porque necesitas de alguien que pueda ver desde afuera lo que está pasando y lo que puede pasar.

Desde ya te puedo asegurar que mis recomendaciones no soy infalibles, ni pretendo que lo sean. De hecho, nadie te dará la receta para que todo vaya sobre ruedas siempre. Pero ten la plena convicción que hoy con la suma de años de experiencia y formaciones, serán las medidas o acciones que yo implementaría si estuviera en tu lugar.

Ahora, es posible que lo que cuente a continuación te suene a cuento, pero no es así.

Hace algún tiempo decidí no atender a más de 3 clientes en forma simultánea cuando se trata de acompañar y orientar a una empresa en desarrollo o crecimiento.

Tres y no más, porque tengo otros proyectos además de las consultorías y tomo a cada uno de ellos como únicos.

Quizá esto te pueda sonar raro, lo veas o sientas poco verídico, pero lo primero que te digo es que si trabajas conmigo vas a tener resultados, si te implicas, porque tus éxitos los viviré como propios porque dejo parte de mí con tu proyecto.

Alguna vez dije que “alquilo mi cerebro” y es cierto, pero no he dicho por vergüenza que dejo parte de mi también.

Si te implicas en el futuro de tu empresa me atrevo a decir que tendrás muy buenos resultados.

Y no es una cosa que diga de manera fácil, que la diga por decir o porque todavía el aire es gratis.

Soy el primer interesado en que esto sea así, porque para trabajar contigo me voy a asegurar de que tú te vas a comprometer y de que yo te voy a poder ayudar.

Por cierto, si llegaste hasta aquí es porque una de las 3 plazas ha quedado libre. Ya mi excliente (ahora amigo) ha completado su tiempo conmigo y sigue avanzando solo por el camino del emprendedor.

El acompañamiento es por 3 meses, pero así como digo 90 días, pueden ser 180 o 365, porque hay ocasiones que desean continuar con el servicio para seguir avanzando. Porque como yo sigo capacitándome de forma permanente, puedo seguir transfiriendo valor en mis consultorías.

Experiencia + conocimiento + acción = éxito


¿Cuánto tienes que invertir para trabajar conmigo?

Cobro U$S 1500 por el periodo de 3 meses. En el que tendremos dos encuentros mensuales para trabajar cara a cara (Zoom, Meet o similar) , más el acompañamiento por correo electrónico y mensajería instantánea.

Analizaremos el estado actual de tu empresa, los objetivos a alcanzar y luego el camino a recorrer.

Durante esos tres meses te estaré acompañando pero no te daré recetas. Como versa el dicho «te enseñaré a pescar en lugar de darte el pescado» o, más vegetariano, te enseñaré a cultivar en lugar de darte la cosecha.

Porque a un proyecto se lo «cultiva» para que logre el éxito al que está destinado.

Se lo riega y abona con cuidado, y en el momento oportuno.

Algo que quiero que tengas presente es que soy completamente sincero y directo. Si veo que no te puedo ayudar o no pones de tu parte en el proceso te lo diré y, es posible que no continuemos trabajando juntos.

Y si veo que tomas con seriedad y responsabilidad tus deberes, tal vez tengas algun encuentro virtual más de regalo (la yapa como le decimos en mi país).

¿Cómo lo abonas?

Bueno, eso lo definimos en nuestra entrevista, puede ser en un solo pago o en tres de U$S 550.

Si deseas ir por los pagos mensuales tienes la posibilidad de hacer conmigo el primer mes y si consideras que no te puedo aportar mucho, no te facturo los meses restantes y por supuesto tampoco te sigo acompañando.

¿Puedes continuar con mi asesoramiento más allá de los 3 meses?

Sin dudas que sí, ya te lo había comentado. Y además tendrás un precio preferencial.

Y por si te preguntas si puedo atender una consulta particular en lugar de acompañarte, la verdad es que sí y te dejo el enlace aquí para que alquiles mi cerebro.

Y volviendo a la mentoría.

Como eres una persona responsable de sus éxitos, a continuación, te dejo un formulario que necesito que completes. Si no lo haces en su totalidad no esperes a que me comunique contigo para que tengamos nuestra primera charla.

Formulario

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