No te puedo decir que conserves un “cliente difícil”, al menos sin darte alguna explicación y contarte cómo he actuado en esos casos.
Una cuestión de precios:
Podés encontrarte con personas que no te cuestionan cómo atendés el jardín o las acciones que llevas a cabo. Para “ellos” es una cuestión de precios.
Acá no hay mucho para decir, si lo que estás cobrando te resulta útil o no sólo lo sabes vos. Si te dice “es que a otros les cobran menos”, responde (con respeto total) “y a mí otros clientes me pagan más” 😉.
Evalúa cada caso, muchas veces cuando el cliente cuestiona precios, también cuestiona servicio. Al final terminas sintiéndote que haces “todo por dos pesos” y nunca es suficiente.
Sé que es difícil decir “hasta acá llegué” porque tienes responsabilidades sobre tu espalda, pero también debes tener presente que “ese tiempo material” que dedicas al cliente “A” no te da la posibilidad de que llegue el cliente “B” que puede ser mejor para ti.
Una cuestión de “buscar”:
Este es el tipo de cliente que me pone a prueba, es mi “talón de Aquiles”. Pero con el tiempo, la lectura y mucha pero mucha paciencia, he logrado sobrellevar.
Es el cliente que tal vez no cuestione tus honorarios, pero cuando recorre el jardín está como un sabueso buscando qué objetar, buscando la famosa quinta pata del gato o el pelo en la sopa. ¿Te suena familiar? .
Lamentable, o afortunadamente, siempre nos encontramos con ellos.
¿Por qué te digo “afortunadamente”? Acá va mi secreto: nunca una persona difícil de tratar es un problema, lo asumo como un desafío personal. Procuro estar un paso delante de su “objeción” aunque siempre encuentren algo.
Un cliente así te puede poner a prueba, pero si lo analizas y escuchas te será de gran utilidad y, como en mi caso, me han “obligado” a formar íntegramente.
Cuando intentas que tu servicio sea impecable tendrás que ponerte a estudiar no sólo sobre plantas, plagas y enfermedades. Aprende cómo tratar a las personas (clientes y empleados), cómo vender y venderte, cómo resolver conflictos.
Concibe a un cliente“conflictivo” como alguien inseguro de sí mismo, alguien que necesita marcar el “error” ajeno para sentirse mejor.
Te pido por favor que NO interpretes mis palabras pensando en que si es de aquellos que maltratan con sus modos te quedes sin reaccionar, todo lo contrario, reacciona.
Reacciona, pero inteligentemente. Hay muchas estrategias a emplear desde mirarlo atentamente demostrando que lo escuchas para luego responder amablemente, hasta reconocer que “su idea sobre el jardín es muy acertada o inteligente”.
Siempre mantente sereno y en actitud respetuosa, pero exige lo mismo para ti.
Un error “tremendo” es justificar lo que has hecho o dejado de hacer, generalmente reaccionan muy mal a ello y piensan que si no están encima de ti el jardín se viene abajo.
Te invito a que leas libros sobre relaciones personales, ventas, emprendimiento y crecimiento personal. Te ayudará en una variedad de situaciones.
Si no tienes tiempo para leer, te cuento otro de mis secretos:
Descarga “audiolibros”, escucha “podcast”, baja el audio de los videos que te interesen y aprende de especialistas. Toda esa información la podés incorporar mientras estás trabajando y no debes dedicarle tiempo de tu descanso.
Busca a un MENTOR que es alguien que ya recorrió el camino en el que estás, para que te asesore o guíe. Además de sentirte acompañado y entendido, te dará herramientas que harán más fácil el día a día. También puedes contratar mis servicios 😉
Cuando te capacitas y destacas entre los de nuestro sector, también podrás aumentar tus tarifas porque no serás un simple “cortador de césped”.
Por último, el otro día escuché que en América Latina se gasta más dinero en papel higiénico que en libros, ¿tendrá eso relación con la situación por la que atraviesan nuestros países?.