Corona de novia – Spiraea cantoniensis

Es un arbusto de porte mediano a grande, que puede llegar hasta los dos metros y medio de altura.

Si observamos con detenimiento el nombre científico de esta planta casi podemos identificar su origen, que evidentemente es de China y Japón.





De fácil manejo, prácticamente lo único que no permite un desarrollo a pleno es si está sobre un suelo arcilloso, pues prefiere suelos más bien sueltos y profundos.

Florece bellamente a finales de invierno y principios de primavera determinado principalmente por las temperaturas. Permite poda de formación tipo “topiaria”, pero siempre luego de la floración. Podemos realizar una intervención más en invierno para hacer una limpieza eliminando ramas secas o mal ubicadas. Y como dice el dicho “cada maestro con su libro” también hay opiniones sobre que no se debe podar. En lo personal, realizo varias podas al año desde que terminó la floración; evito la formación de frutos y el desgaste que eso implica a la planta, además de manejar el tamaño para que no alcance un volumen demasiado grande en relación a las proporciones del jardín en el que se encuentre.

¿Cómo obtener nuevas plantas?


Existen dos formas más difundidas, la primera es por división de matas a finales de otoño o por estacas durante el verano a las que podemos colocar en un sustrato con buena humedad, al abrigo del sol directo y habiéndole colocado hormonas de enraizamiento del tipo comercial o casero realizada con sauce o lentejas (más adelante incorporaré un apartado con “remedios” caseros para las plantas).

¿Qué enfermedades o plagas tiene?

Es normal preocuparnos por la salud de todas las plantas del jardín, en mi experiencia en Mendoza he encontrado dos cosas que las afectan normalmente (sobre todo si están en sectores con poca circulación de aire y/o con mucha sombra), y son: ataque de pulgones y hongos (oidio). Para el primero basta con un insecticida común hecho a base de ajo, o agua jabonosa (los mata por asfixia) o uno de origen comercial (aficida). Para los hongos podemos recurrir a un preparado casero a base de cebolla o de papa, si nos vamos por un producto comercial debemos buscar un fungicida.

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